Ingeniería para diseñar y optimizar las soluciones y la gestión de proyectos, para garantizar una aplicación conforme.

Una vez definida la estrategia, fijada una hoja de ruta a largo plazo (en un perímetro global para varios sitios y posiblemente diferentes países) y realizado el diagnóstico, el plan de acción (generalmente de 4 años, el periodo entre dos auditorías energéticas reglamentarias) agrupa varias iniciativas que requieren o no requieren inversiones. Algunas de estas iniciativas pueden requerir un estudio de viabilidad para validar su relevancia antes de lanzar la fase de diseño e ingeniería.

Iniciativas que requieren inversión

Están vinculados a la sustitución de un equipo o a la aplicación de una opción en un equipo. Derivada del Lean Management, la técnica de los 5 porqués permite identificar las verdaderas necesidades y motivaciones.

La primera fase del estudio, cuyo objetivo es analizar correctamente la necesidad actual y su evolución futura, permitirá dimensionar con la mayor precisión posible las iniciativas que se van a llevar a cabo en un emplazamiento para elegir las mejores soluciones técnicas y los proveedores asociados. La cuestión principal es no invertir en exceso, garantizando al mismo tiempo la fiabilidad, la durabilidad y el mantenimiento de la solución elegida.

Hay que realizar medidas, correlacionarlas con la actividad del lugar y discutir con los operadores y usuarios del lugar para identificar tanto sus expectativas como sus limitaciones.

A continuación, se proponen optimizaciones adecuadas para maximizar el ahorro vinculado a la solución elegida y para finalizar el cálculo del coste presupuestario, así como el cálculo del plazo de amortización, con el fin de obtener la validación de la alta dirección y un posible expediente de financiación de terceros.

Iniciativas sin inversión

Están relacionadas con el cuestionamiento de un pliego de condiciones, la definición de un procedimiento de funcionamiento o mantenimiento o un cambio en el comportamiento de los operarios.

Para redefinir la necesidad, utilizando, por ejemplo, las técnicas de Rediseño a Coste, será necesario implicar a los departamentos de I+D, marketing y ventas de la empresa para repensar, junto con la producción, un pliego de condiciones que respete las características del producto y las expectativas del cliente.

Para optimizar un procedimiento de mantenimiento o de explotación, es esencial implicar a los operadores en la definición de la solución.